GREENPEACE YA ESTÁ SALVANDO BALLENAS!
En estos momentos en la Antártica Greenpeace está enfrentando a los cazadores de ballenas japoneses!
Greenpeace asegura haber expulsado de la Antártica a cazadores de ballenas japoneses "Hemos venido a detener a la flota cazaballenas y lo hemos logrado", afirmó la organización ambientalista. La flota japonesa todavía no se ha manifestado al respecto.
La organización defensora del medio ambiente Greenpeace afirmó este domingo haber conseguido expulsar a los cazadores de ballenas japoneses de la Antártida.
El buque "Esperanza" de Greenpeace asegura haber "cazado" al ballenero nipón "Nisshin Maru", expulsándolo a más allá del sexagésimo grado de longitud, que limita el territorio de caza de ballenas.
"Hemos venido a detener a la flota cazaballenas y lo hemos logrado", afirmó la organización. Con todo, Greenpeace cree que los japoneses descargarán la carne de cetáceo ya preparada en otro buque y volverán a cazar más ballenas.
La organización se encontró con la flota ballenera nipona este sábado, tras varios días de búsqueda entre la niebla. A pesar de las protestas internacionales, los japoneses planean cazar en el océano glacial Antártico hasta mil ballenas "con fines científicos", pero los críticos lo consideran un pretexto para comercializar la carne de estos cetáceos.
La caza de ballenas está prohibida desde 1986, con algunas excepciones para la investigación, consigna DPA.
Fuente: ORBE
4 comentarios:
Hola!
14 enero, 2008Esta noticia también la pueden encontrar en el sitio web oficial de Greenpeace:
www.greenpeace.org
Gracias por la invitación!
Se ve buena la noticia, ojala sea verdad, y no que esten solo descargando la carne.
14 enero, 2008Que bien, greenpeace siempre llevando la batuta y luchando en contra de esos depredadores furtivos... que tratan de escudarse en la parte cientifica para llevar a cabo las matanzas de las ballenas! saludos!
14 enero, 2008emol.com
18 enero, 2008Agencia EFE
Japón quiere evitar "actos peligrosos" en la Antártida contra sus balleneros
TOKIO.- El Gobierno japonés estudiará qué medidas tomar para evitar "actos extremadamente peligrosos" contra sus balleneros en la Antártida por parte de las organizaciones ecologistas, según Machimura. Hoy dijo que el Ejecutivo nipón analizará lo sucedido con los dos ecologistas que el pasado martes abordaron un ballenero en aguas de la Antártida y fueron hoy finalmente entregados a un barco de su grupo, el Sea Shepherd, informó la agencia local Kyodo.
El grupo ecologista asegura que sus dos activistas, Giles Lane, británico de 35 años, y el australiano Benjamin Potts, de 28, sufrieron malos tratos a bordo del ballenero nipón y fueron retenidos contra su voluntad, aspecto que niega Tokio.
"Tenemos que analizar los hechos y estudiar el incidente", apuntó el ministro portavoz nipón.
Ambos activistas afirman que la tripulación les impidió hablar con los gobiernos australiano y británico y les dieron muy poca información sobre cómo llevaban las negociaciones para su retorno, mientras el Ejecutivo nipón afirma que el grupo ecologista se negó durante días a recoger a sus miembros.
El ministro australiano de Asuntos Exteriores, Stephen Smith, manifestó hoy su descontento tanto con el barco ballenero japonés como con el barco de los ecologistas.
Smith señaló que la Policía Federal Australiana está investigando si hubo comportamientos delictivos en los hechos, y en su caso habrá que iniciar una acción legal.
Los dos ecologistas permanecieron tres días a bordo del ballenero Yushin Maru No.2, que abordaron el martes desde su buque "Steve Irwin", y fueron atados en un primer momento por los nipones, según mostraron las imágenes de televisión.
La caza de ballenas está prohibida por la Comisión Ballenera Internacional desde 1986 pero Japón pesca todos los años cerca de mil ejemplares bajo lo que describe como un "programa científico", en medio del escepticismo internacional.
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Es cierto que Greenpeace hace todo lo que puede para salvcar a las ballenas, pero también debe saber hasta qué punto seguir sin caer en actos que limitan en lo legal porque subirse a un barco ajeno es lo mismo que entrar sin permiso adentro de una propiedad, exponiéndose a graves consecuencias que incluso podrían haberles costado la vida ya que sus propietarios estarían en pleno derecho de dispararles si los llegaran a considerar como delincuentes en acto de piratería.
Por esta vez la sacaron barata
...soldado que arranca sirve para otra batalla.
Saludos.
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