lunes, 28 de abril de 2008

10 Mitos de las Centrales Hidroeléctricas

Me fue enviado este correo por un buen amigo que está muy preocupado por este tema, sobre todo por la contigencia que tiene en nuestra zona que es Panguipulli.

1.- Son Limpias No. En el pasado se creía que las hidroeléctricas eran una solución limpia para proveernos de electricidad. Hoy se sabe que las centrales hidroeléctricas de embalse emiten, unas diez veces más de metano y CO2 que cualquier central termoeléctrica, debido a la putrefacción de bosque y del subsuelo inundados, acelerando así de sobremanera el efecto invernadero. A esta situación hay que sumar la falta de esta vegetación en la captacion de CO2 y producción de oxígeno.

2.- Son renovables
La renovabilidad de las centrales hidroeléctricas de embalse no es ilimitada. Cada represa requiere de una evaluación de su vida útil, ya que ésta depende de factores como el estancamiento de sedimentos que, a lo largo del tiempo, disminuyen el volumen de agua y con ello el volumen de generación. Además, el caudal de los ríos en el sur de Chile, ha sufrido en los últimos 20 años una fuerte tendencia a la baja (30%), hecho que se le atribuye al cambio climático.

3. Son sustentables y solucionan definitivamente el problema del abastecimiento
No. Endesa calcula, para las centrales hidroeléctricas un promedio de vida útil de 50 años, lo que queda después, es un pozo de arena. En consecuencia, pagamos con nuestro aire, suelo, bosque y agua y con ello también con nuestros intereses económicos (turismo, agricultura) el retardo, estimado en 50 años, para aplicar las tecnologías que podríamos perfectamente implementar desde ya.
No es necesario destruir nuestro sustento como seres parte de este gran ecosistema y por ello dependientes de nuestro medio ambiente, tampoco es preciso destruir a nuestro sustento económico y sin quitarle su propiedad a miles de de personas afectadas por este megaproyecto.
Además, este tipo de proyectos constituyen un anacronismo total frente a las recomendaciones de la Comisión Nacional de Energía que recomienda diversificar la matriz y proveedores de energía y darle preferencia a las energías renovables.
Si revisamos el balance del año 2007 del Ministro de Energía Marcelo Tokman, vemos inmediatamente el grave problema que conlleva la energía hidroeléctrica: nos deja muy vulnerables frente a tiempos de sequía, más aún si consideramos que la tendencia general va hacia una disminución del caudal de nuestros ríos. Invertir en hidroeléctrica significa agravar el problema existente haciéndonos más vulnerables hacia la sequía y más dependientes de dos proveedores instaurando un casi-monopolio.

4.- Son indispensables para el desarrollo
No. Hoy existen otras formas de generar la energía requerida con mucho menos impacto y además agravan nuestra dependencia del factor climático. Incluso hay que decir que las centrales hidroeléctricas impiden el desarrollo del turismo enfocado en el turismo de naturaleza, de la agricultura y ganadería, obligando a miles de personas a abandonar sus campos y de la pesca por la destrucción de la calidad del agua (temperatura, oxigenación y sobresaturación).

5.- Son baratas
Aquí la gran pregunta es para quién. Son baratas para las empresas que las construyen y operan, porque nadie las obliga a responder por los costos generados por sus impactos. Las personas no se encuentran protegidos y se pierden miles de puestos de trabajo relacionados con el turismo, agricultura, ganadería, acuicultura. El estado pierde las contribuciones en patentes e impuestos de estas actividades económicas, mientras que los dividendos de las hidroeléctricas y transmisoras de energía se van, en su gran mayoría, al extranjero. Nuestra experiencia nos enseña además que los bajos costos de producción ni siquiera se reflejan en el precio de mercado de la energía eléctrica.

6.- Dan trabajo a la gente
No. Tomando la experiencia no tan lejana de la central hidroeléctrica de Canutillar (Lago Chapo), se puede decir en resumidas cuentas que aumentaron los puestos de trabajo solamente durante la fase de construcción de la central y para la gente del sector solamente en labores básicas. Después de la construcción no quedaron ni siquiera estos puestos de trabajo. Incluso es muy poco probable que estos proyectos destruyan puestos de trabajo en turismo. En Aysén, por ejemplo, bajaron las reservas para esta temporada tan sólo con el rumor de que las represas eran cosa decidida.

7.- No hay otra opción
Si. Afortunadamente hay una serie de otras opciones, aunque en un país tan sísmico como Chile quisiéramos excluir la energía nuclear. Si en la actualidad la minería, especialmente la del cobre que al mismo tiempo es el consumidor número uno, producen grandes excedentes, ahora es el tiempo de invertir en energías renovables en las que Chile es tan rico: eólica, mareomotriz, minicentrales de pasada, geotermia, nuevas tecnologías en energía solar, etc.

8.- No me incumbe
Aunque no sea propietario u ocupante de un terreno afectado por los embalses o por la tala rasa de los troncales, estos proyectos sí afectan a todos en lo económico porque el turismo genera ingresos para todo el país y también nuestra calidad de vida porque nuestros ríos son verdaderas arterias de vida que juegan un papel importante en el desarrollo del clima. Como partes de nuestro medio ambiente, obviamente nos afectamos automáticamente por la destrucción de su suelo, agua y aire.

9.- Ya es tarde para evitar que se construyan
No es tarde. Hasta el momento no están ni siquiera los estudios de impacto ambiental aprobados. Y si ellos no son un mero trámite, estos proyectos con su tremendo impacto en el medio ambiente, la cultura y la sociedad no pueden ser aprobados.

10.- Nosotros no podemos hacer nada
Al contrario: nosotros somos los que tenemos que hacer algo! Para rechazar estos proyecto necesitamos nada más ni nada menos que la presión de la ciudadanía y esto somos todos nosotros. Si deseamos preservar nuestro ambiente, nuestras fuentes de ingresos y todas nuestras proyecciones, tenemos que decir No a las Represas !!!!!



En resumidas cuentas nos quieren vender gato por liebre: las hidroeléctricas son una opción que le hace un grave daño económico, ambiental y social. Hay mejores opciones y recursos para evitar tanto las represas en nuestro sur de Chile como también la troncal (tendido electrico). No se dejen engañar, manifiéstense contra los mega proyectos hidroeléctricos en Chile.



Noticia colocada por Denisse

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por ponerla aquí, aveces me equivoco y la envio al otro blog XD

Bueno, espero que les haya gustado.

Vamos por que Panguipulli y Aysén estén libres de las represas.

Saludos

30 abril, 2008